Las ventanas nuevas ofrecen una visión cristalina y un aspecto estupendo. ¿No resulta molesto cuando ese acabado perfecto se estropea por la lluvia, las salpicaduras o los dedos grasientos? ¿Por qué las superficies acristaladas no pueden estar siempre tan bonitas como el primer día? Limpiar con productos de limpieza convencionales sólo resuelve el problema a corto plazo; un tratamiento de superficies a base de nanopartículas o cerámica proporciona a sus ventanas una belleza más duradera.

Cuando se limpian las ventanas surge la pregunta de por qué la suciedad y los depósitos de agua se adhieren tan firmemente a estas superficies supuestamente lisas. ¿Por qué se ensucian tan fácilmente las superficies acristaladas? A nivel microscópico, los cristales de las ventanas son cualquier cosa menos lisos. En primer plano se ve claramente que el cristal tiene un perfil montañoso. Por eso, los cristales de las ventanas sin tratar son el hogar perfecto para el polvo, la arena, la cal y las manchas de grasa.

Cuando se limpia con productos de limpieza convencionales, se elimina la suciedad del perfil del cristal. El resultado parece muy bueno a primera vista, hasta que los «valles» del cristal vuelven a llenarse de suciedad y restos. Para ello no hace falta una tormenta, sino simplemente unos dedos sucios, polen de árbol o lluvia arenosa.

Para proteger óptimamente sus lunas de la suciedad y las manchas de agua, el sellado nano o cerámico de lunas es de gran ayuda. Desde hace mucho tiempo, el sellado de lunas es una norma en las ventanillas de los coches, ya que los conductores dependen de una visión clara. Puede trasladar este efecto a su propia casa con una técnica equivalente de sellado de cristales.

Un sellador de nanocristales rellena el perfil en forma de montaña de una superficie de cristal con nanopolímeros o polímeros cerámicos, de modo que no queda espacio para la suciedad. La nueva capa es invisible al ojo humano y tiene un efecto repelente de la suciedad. De este modo, las ventanas adquieren un perfil de superficie lisa que repele eficazmente la suciedad.

El sellado de la superficie no significa que no tenga que volver a limpiar las ventanas. Sin embargo, la superficie sellada garantiza que la suciedad sólo se deposite ligeramente y que el agua se escurra. Esto significa que no tendrá que limpiar las superficies con tanta frecuencia y que el proceso de limpieza lleva mucho menos tiempo que con las superficies sin tratar.

Un sellador de cristales no sólo libera permanentemente sus superficies acristaladas de la suciedad, sino que también le libera de las tareas domésticas. Entre las ventajas más importantes de la impregnación de cristales se incluyen:

• Ventanas limpias a largo plazo.

Las ventanas limpias son más atractivas a la vista. El nano sellado del cristal garantiza una superficie que repele la suciedad y un cristal brillante.

• ¡No se necesitan productos de limpieza adicionales!

Para limpiar sus ventanas selladas, ya no necesitará costosos limpiacristales, sólo un paño de microfibra húmedo.

• Las superficies de cristal tienen un aspecto de alta calidad durante más tiempo

La capa de nanopolímero actúa durante varios años y protege permanentemente contra la suciedad y el agua que se adhieren obstinadamente a las superficies delicadas.